Presentación.
Es una clase esencial, crucial, la más importante. Es la primera impresión, por lo tanto hay que impresionar. Los alumnos deben sentir el feeling de que se lo van a pasar bien contigo.
Lo primero es, evidentemente, presentarse. De manera breve, te presentas y sobre todo comentas de dónde vienes para que los alumnos se hagan a la idea de que eres distinto, "exótico", que tienes cosas que enseñarles.
Por supuesto, es preciso que la mayoría de la clase sea impartida en español. Sin embargo, los alumnos pueden perder el hilo, dejar de prestar atención, por lo que dominar su lengua materna es primordial.
Lo digo por experiencia: si hay que mandar a callar, levantar un poco la voz, autoafirmarse como profesor, poner límites, hay que hacerlo en la lengua materna de los alumnos. De lo contrario, se lo toman a guasa, no entienden nada y les entra la risa.
Para romper el hielo, antes de que se presenten ellos, les preguntas algo de geografía española proyectando un mapa en blanco del país. Así, ellos se sienten identificados con unas vacaciones que hayan pasado en la costa brava, costa del sol, etc. Sí, son bastantes los que veranean en España.
Bien, luego llega su turno.
Salen a la pizarra y realizan uno por uno, un crucigrama con sus nombres. Tras escribir su nombre, deben decir su edad, sus aficiones, de dónde son, etc.
La segunda parte de la clase consiste en jugar al tutti frutti, de esta manera podemos comprobar el nivel medio de la clase. Secciones como colores, capitales, profesiones, objetos, fruta son algunas sugerencias.
La clase se divide en grupos de dos y deben levantar la mano una vez que hayan completado todas las columnas. Si todo es correcto ganan diez puntos y así hasta terminar la clase. Tú debes comportarte como intermediario, tu llevas la voz cantante.
Las clases necesitan casi todas de una presentación power point para dar colorido a la clase. Todos los ppts están disponibles, solo tienes que pedírmelo.
Éxito asegurado para empezar la segunda clase con buen pie.
